A menudo se suele confundir el cemento y el concreto, lo cual es un error común, ya que no son términos intercambiables. Cada uno tiene sus características y es importante para las constructoras en Puebla conocerlas antes de iniciar cualquier proyecto. Esto lo ayudará a tener un mayor conocimiento al momento de planificar cualquier tipo de construcción.
Lo primero que deben tener en cuenta es que el cemento es un ingrediente del concreto, que es un producto terminado que es utilizado en la construcción de cimientos, carreteras, casas y todo tipo de infraestructuras en el mundo. A continuación, vamos a comentarles las principales diferencias y aplicaciones de cada uno.
¿Qué es el cemento?
El cemento es un polvo fino compuesto de diferentes materiales triturados, como piedra caliza y arcilla, que funcionan como el aglutinante que une los diferentes materiales del concreto. El cemento se puede hacer de una variedad de materiales, pero no se puede usar solo. Los primeros tipos de cementos eran fabricados de roca triturada con cal quemada, cenizas volcánicas y suplementos de ladrillo.
En la actualidad, el cemento es uno de los materiales más utilizado y de menor costo en todo el mundo, debido a la amplia disponibilidad que hay de piedra caliza y lutita, los principales ingredientes del demento. De manera general, hay cinco tipos de cementos que tienen las siguientes características:
- Tipo I. Es utiliza en propósitos generales donde no se requieren propiedades especiales.
- Tipo II. Tiene una resistencia moderada al sulfato. Es uno de los tipos de cementos más utilizados en el mundo para aplicaciones generales.
- Tipo II. Tiene una resistencia temprana relativamente alta, lo que significa que gana resistencia más rápido que el tipo I, lo que permite eliminar los formularios antes.
- Tipo IV. Tiene un bajo calor de hidratación y se utiliza en proyectos de construcción masiva. Desarrolla resistencia a un ritmo más lento que otros tipos de cemento.
- Tipo V. Solo se usa para la resistencia severa al sulfato, ya que desarrolla resistencia a una velocidad más lenta que otros tipos de cementos.
En todos los tipos, el proceso para realizar el cemento es muy similar, primero se extrae la piedra caliza y otros materiales de la cantera. Los componentes se reducen en tamaño para luego transportarse a la planta para su procesamiento. Luego, otros materiales, como la arena, arcilla, lutita, mineral de hierro, yeso y minerales se muelen para producir un polvo uniforme.
Posteriormente se procesa en un horno a más de 1,450 °C en un horno de cemento rotativo, esencialmente un tubo largo que puede tener unos 3.5 m de diámetro y más de 90 m de largo, según la capacidad de producción en la planta. Dentro del horno se realiza un cambio químico que contribuye a la resistencia del cemento. Al salir del horno, la mezcla tiene forma de piedra y debe pasarse a un molino hasta alcanzar el tamaño y la resistencia deseados para ser empacado y enviado al cliente final.
¿Qué es el concreto?
El concreto premezclado es un producto final que resulta de mezclar cemento y agregados finos y/o gruesos (arena, grava, piedras), agua y aditivos. Inicialmente es maleable en su estado «húmedo» y se solidifica cuando pierde la humedad, para ganar resistencia y durabilidad. Los primeros registros de este material fueron en el Imperio Romano, aunque hay indicios de que algunas civilizaciones anteriores se utilizaron formas similares algunos siglos antes.
Las mezclas de concreto hacen que el producto final varié según la resistencia, aditivos y requisitos locales. Si bien, como mencionamos, está hecho principalmente de cuatro ingredientes, la proporción de cada una varía según la aplicación y resistencia que se necesita para la construcción:
- Es el aglutinante utilizado para mantener unidos los demás materiales.
- Los gruesos tienen más de 3/8’’ de diámetro, mientras que los finos generalmente son arena o materiales granulares muy pequeños.
- Es el elemento más importante para determinar la calidad de la fabricación del concreto y se utiliza para la hidratación que permite crear una reacción química con el cemento y para ayudar a la trabajabilidad.
- Son ingredientes distintos al cemento, agua y agregados a la mezcla inmediatamente antes o durante la mezcla. Entre los más comunes están los retardadores químicos, aceleradores, reductores de agua y superplastificantes, minerales, humos de sílice, entre otras.
Según la aplicación, hay una variedad de tipos de concreto que se pueden utilizar en diferentes construcciones, por ejemplo, el concreto estructural que es uno de los de mayor calidad para la construcción de grandes estructuras, con edificaciones que no superen los 15 m de altura, como edificios, escuelas, centros comerciales, entre otros. Tiene una gran resistencia, al desgaste por la exposición ambiental y las vibraciones.
También esta el concreto permeable, ideal para uso en exteriores donde se busca que el agua pluvial pase hacia el subsuelo y realimente los mantos freáticos. Tiene un acabado rugoso, de alta permeabilidad y es clasificado con un material ecológico ideal para las ciudades modernas.
El concreto premezclado se fabrica en una planta de lotes y se entrega al sitio del proyecto con agua agregada en un camión de barril. A menudo se utilizan diversos aditivos para proporcionar resultados óptimos en diferentes condiciones climáticas. Un ejemplo incluye aceleradores como el cloruro de calcio o aceleradores sin cloruro que aumentan la velocidad a la que ocurre la reacción de hidratación.
Con los métodos de construcción sostenibles y ecológicos como prioridad, es importante comprender el papel que tiene el concreto en el medio ambiente. Puede resistir miles de años y ganar resistencia a medida que envejece, donde otros materiales de construcción pueden pudrirse, oxidarse y arder. El concreto de edificios viejos y puentes demolidos, puede ser triturado, reducido e incorporado en nuevos lotes como componente agregado.
El hormigón es un material de construcción de alta eficiencia energética debido a su masa térmica inherente y su capacidad de absorber calor. Además, los materiales reciclados, como el vidrio de postconsumo y el cemento de escoria, se pueden incorporar en el concreto para las unidades de mampostería que pueden contribuir al diseño verde y sostenible.