Para muchos proyectos, la mayoría de las empresas constructoras prefieren el concreto mezclado previamente en plantas estacionarias, ya que consideran que la mezcla in situ puede ser problemática. En realidad, es una excelente alternativa y ofrece más beneficios para construcciones específicas. A continuación, mencionaremos varias razones técnicas y ventajas por las que debería inclinarse por esta opción, que puede aprovecharse con plantas de concreto móviles.
¿Por qué surgió esta alternativa?
Cuando se trata de grandes construcciones, uno imagina los camiones revolvedores con concreto premezclado Puebla, que permiten dotar de altas cantidades de hormigón a las constructoras. Es un método eficiente, pero presenta algunas limitaciones. Afortunadamente, la técnica del concreto in situ surgió como una respuesta a las dificultades al momento de solicitar la preparación y el vaciado del concreto en sus proyectos.
Son varios los factores que complican el cumplimiento en la ejecución de la obra, por ejemplo, tráfico vehicular y modificaciones en la programación. A ello se suma el rendimiento, puesto que el tiempo es un aspecto crucial en el sector constructor y es por ello que la producción de concreto en obra con plantas de concreto móviles, que son muy útiles en las construcciones, se convierte en una opción ideal para simplificar los procesos involucrados en la disposición final del hormigón.
Con lo anterior, se obtiene un ahorro notable en gastos de transporte, tiempo y producción, que se suelen invertir para que la mezcla conserve su calidad y consistencia hasta el sitio de vaciado, con un mínimo desgaste en el aspecto administrativo. En las empresas dedicadas a la producción de concreto encontrarán equipos y personal ampliamente capacitado para instalar plantas de concreto móviles, que permiten producir hormigón de manera segura y rápida, además garantiza la calidad del producto, que se mezcla al instante.
Con las plantas móviles, que son la mejor opción para producir concreto in situ, la preparación del hormigón es altamente eficiente, además pueden personalizarse las producciones para que sean acorde a sus necesidades. También se integran sistemas sofisticados de pesaje, que permiten dosificar adecuadamente y controlar la humedad de los agregados usados en la mezcla. Tanto la maquinaria como los procesos implicados son idóneos para asegurar la calidad y homogeneidad de la mezcla final.
El sistema móvil también integra un sistema de medición que posibilita el control de las acciones realizadas diariamente, además el tiempo requerido para cada uno de los procedimientos. Inclusive, los informes pueden imprimirse para contar con registro detallado del proceso y controlar los agregados utilizados en la obra, lo que facilita la labor del personal de gestión y se asegura que la obra se realice dentro del presupuesto estimado en el contrato
¿Por qué optar por el concreto in situ?
La opción del concreto premezclado también es muy buena, pero pueden ocurrir varios imprevistos, como los retrasos y paros operativos. A diferencia de esa alternativa, fabricar concreto in situ con plantas de concreto móviles ofrece las siguientes ventajas:
- Pueden disponer del concreto de forma inmediata, lo que evita contratiempos del proyecto.
- Las plantas móviles se adaptan muy bien a cualquier sitio, sin importar las condiciones del clima.
- Hay una independencia tanto en la producción como en el transporte del hormigón.
- Las especificaciones y la resistencia del concreto pueden modificarse fácilmente.
- Se ahorra mucho tiempo y dinero, lo que acelera el proyecto y se evita superar el límite de presupuesto.
- El equipo usado se diseña especialmente para disponer de forma final y reusar los residuos de hormigón, lo que es favorable para el medio ambiente.
Lo mejor es que podrán contar con un servicio de producción exclusivo para su proyecto y no tendrán que detener constantemente sus actividades las cuadrillas de trabajadores y contratistas hasta recibir el material. Algo que suele ocurrir es que se soliciten cantidades adicionales en los pedidos de concreto premezclado para cubrir eventualidades en la obra, lo que implica gastos adicionales. Si esa cantidad adicional no se utiliza, terminará desechándose y será un gasto innecesario.
Por otra parte, el concreto in situ es más exacto en cuanto a las cantidades, lo que evita desperdiciar valiosos agregados. Esto debido al señalado sistema de dosificación de las plantas, que suele ser electrónico y está bien calibrado. Ahora bien, en caso de requerir mayores producciones de hormigón, solo debe adaptarse el montaje de la planta para aumentar la capacidad productiva durante el tiempo que lo requieran.
Todo lo anterior se traduce en una disminución considerable del precio final del concreto, a diferencia del hormigón premezclado; además, en algunos casos, es más asequible que los sistemas tradicionales de producción en obra, si se consideran todos los gastos adicionales en personal para transporte e instalación de la planta, equipos requeridos, carga de los agregados y trasiego del concreto.
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