Cuando se habla de concreto convencional Puebla, se considera importante el manejo de pruebas de aceptación de concreto que son llevadas a cabo, con el propósito de identificar si este material cumple con las especificaciones de la obra a realizar. Pues, el concreto debe cumplir con las propiedades de consistencia, resistencia, flexibilidad y tensión, que requiere el proyecto.
Es de saber que, estas propiedades pueden variar en cuanto a la elaboración y el tipo de material que se va a utilizar en la respectiva obra. Dentro de las pruebas usuales, se encuentran las de consistencia y resistencia. Sin embargo, existen otros tipos de evaluaciones para identificar las propiedades de este recurso.
Tipo de pruebas de concreto
Prueba de revenimiento
Recibe este término, debido a la diferencia de altura que existe entre la zona superior del molde y la parte superior del hormigón. Es una prueba que se realiza para evaluar la capacidad que tiene el concreto para adaptarse fácilmente al encofrado que lo va a contener respectivamente.
A través de esta prueba, se puede comprobar el asentamiento del material, donde se busca verter el concreto en un cono que cuenta con una medida estándar. En esta evaluación, se vierten tres capas, cada una apuntando con un tercio de altura del cono de alrededor de 10 cm y se apisona 25 veces aproximadamente, haciendo uso de la varilla.
Una vez se logra llenar el cono, se procede a retirar este instrumento con cuidado y lo más rápido posible. En este caso, el concreto se desplomó y haciendo uso de la altura del cono, se podrá medir el desplome del material.
Es importante mencionar que, este tipo de pruebas no se aplica para concretos de alta resistencia sin asentamientos y no es recomendable aplicar a los hormigones no plásticos, que disponen de un asentamiento menor a 1.5 cm y no adhesivos con asentamientos que llegan a ser mayores de 22.5 centímetros.
Prueba de compresión
Es una prueba que se lleva a cabo haciendo uso de cilindros de concreto, donde se toma una muestra del material usado en la obra y son comprimidos bajo una prensa de laboratorios hasta que son quebrados. Para ello se hacen pruebas en distintos tiempos de curado. Se trata de una evaluación de uso frecuente que permite llevar el control de la calidad de los concretos Puebla.
Respecto a los cilindros utilizados, estos deben ser metálicos con dimensiones de 30 cm de alto y 15 cm de diámetro. Donde se vaya a realizar la prueba, se deben localizar dichos instrumentos en una superficie plana, sin vibraciones y en un ambiente fresco donde no haya exposición al sol o al agua.
Cada prueba debe ser realizada por una misma persona, que cuente con la preparación profesional necesaria para llevar a cabo el procedimiento y realizar la supervisión profesional adecuada.
Esta prueba se hace con base en tres capas de concreto, cada una con llenado de un tercio del cilindro y se apisona alrededor de 25 veces por sesión, sin llegar a pasar de sección entre capas, utilizando una varilla con las mismas dimensiones que se hace en la prueba consistencia.
Al retirar los cilindros no deben ser golpeados y solo se marcará con la fecha de la prueba y el lugar donde se realizó la misma. Estos instrumentos se deben llevar con cuidado hasta el sitio donde se ejecutará debidamente la prueba de resistencia. Con el apoyo de las concreteras en Puebla es posible cumplir con las especificaciones necesarias en este sector.
Prueba de contenido de aire
Esta prueba se caracteriza por determinar el contenido de aire existente en el concreto recién mezclado. Desde la observación del cambio del volumen del material en un cambio en la presión.
En este caso, se hace uso de un medidor de contenido de aire tipo A o B. La toma de muestra es muy parecida a las anteriores, se procede a llenar la canasta en tres capas de concreto, alrededor de 25 aprisionadas, haciendo uso de la varilla anteriormente especificada y se golpea de manera suave con un martillo de goma en alrededor de 10 y 15 veces. Esto de manera uniforme para conseguir la eliminación de la burbuja de aire.
Posteriormente, se busca tapar el contenedor incorporando agua hasta un nivel considerado. El agua quedará entre el hormigón y la tapa, de esta manera, se puede expulsar el aire que se encuentra contenido en el recipiente.
Luego, se procede a cerrar la válvula de escape, se bombea aire con el propósito de encerar el instrumento y, luego, se cierran las válvulas de purga de agua. Seguidamente, se bombea de nuevo y se golpea lateralmente una sola vez. El resultado debe estar en aproximadamente 0.1% más cercano, agregando el factor de corrección en agregados.
Ya que se logra agregar aire al equipo, entonces, el concreto es aprisionado. Al momento de liberar el aire, el concreto debe encontrarse nuevamente en los niveles parecidos a los iniciales. En este sentido, la diferencia aceptada es de alrededor de 0.1% más la corrección de agregados. Se trata de una prueba que no es recomendada para concretos de agregados ligeros y porosos.
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